Definitivamente Colombia es un zoológico atípico donde ratas, leones y lobos se devoran a los demás, y bueno ya nos acostumbramos, ya que en ultimas somos nosotros con el voto quienes permitimos que personas de diversa índole, lleguen al poder sin siquiera conocer la magnitud de su responsabilidad en dichos menesteres.
Todo esto es síntoma de una sociedad ignorante que sigue vendiendo su voto por un tamal, aconsejados por los medios que como es bien sabido juegan en pro de su existencia, y no estamos hablando de colores o posiciones, ya que todos izquierda y derecha han echo y desecho con la ciudad, generando un manto costumbrista donde la corrupción se volvió cualidad para acceder a tal altos cargos.
Ahora todos nos sorprendemos, unos maldiciendo otro aplaudiendo la desición sobre la destitución del actual alcalde por parte de la procuraduria, sin embargo no es tema de esta carta decir si fue o no acertada dicha decisión, para este caso mejor pensemos en lo ilógico de lo que paso, un alcalde que con buenas intensiones buscaba modificar un sistema de recolección de basuras que según sus informaciones carecía de participación, pero por otro lado un procurador que evidencio en sus actos no corrupción sino malas decisiones al delegar dicha labor de forma arbitraria en manos inexpertas, es aquí donde me pregunto.
¿acaso el país no lo llevan manejando manos inexpertas desde la patria boba? y esas manos inexpertas definitivamente suben al poder con dos fines concisos: 1- Llevar su rosca y hacer lo que les parece bien y destruir lo que les parece mal, 2. Enriquecerse a costillas del bienestar de pueblo.
No hay por tanto un proyecto de nación, las elecciones son una burla donde como tontos útiles los ciudadanos que aun votan siguen asistiendo al show del pesar, del odio y de la fama, por que seamos sinceros muy pocos investigan antes de votar sobre su posible candidato, se dejan guiar por los comentarios de los medios o por ideales faltos de piso.
En definitiva manos inexpertas seguirán manejando no solo a Bogotá, por que aunque el acalde destituido haya realizado también buenas acciones no se puede negar que la ciudad sigue sumida en el caos, donde los trancones, la delincuencia y la corrupción, (esto no me lo cuentan los medios),destruyen dia a dia con mucha diligencia lo poco de ciudad que tenemos, eso me lo cuenta el atraco de la esquina, el hueco que se traga a los niños en el centro o los pillos que sonrientes se siguen burlando de la justicia en las cárceles de esta decadente sociedad, una ciudad que espera un superheroe para su rescate, cuando los verdaderos superheroes somos todos con nuestras acciones y con un voto pensante.
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