El arte
de la guerra estipula que la guerra en sí misma es una consecuencia, y como una
serpiente que se muerde la cola se contiene y se genera; en este caso la guerra
en Colombia o una de las 4 guerras que nos consume, esta con una gran
posibilidad de desaparecer como la conocemos, esto nos debe alegrar y debemos
poner todo nuestro ánimo en que sea así, aunque muchos patriarcas y
representantes de los gamonales asesinos del país no lo deseen, porque con ella
se alimenta su riqueza y ganados en grandes planicies del país.
¿Por
qué la paz entre las farc y el gobierno no le sirve a muchos gamonales?
Es
simple y sencilla la respuesta: La guerra es la mejor excusa para seguir
manteniendo ejércitos privados, también para disimular la apropiación violenta
de tierras, el mantenimiento de un estatus quo que viene desde la mala repartición
de tierras y riquezas pero sobre todo ayuda a disimular el lavado de activos
que actualmente muchas familias y grupos económicos mantienen, ya que si no
fuera por el conflicto armado pasarían a ser el objetivo número uno de las
instituciones del estado.
¿Por
qué la paz entre las farc y el estado es una oportunidad de mejorar?
Sabemos
que las farc no son unas mansas palomas, pero también debemos ser francos que
su presencia dentro del conflicto es una piedra que impide que el país si es
que existe como tal emerja, estamos cansados de su accionar y de su presencia bélica,
y por ello llegar a acuerdos con ellos, es triste pensar que haya corrido tanta
sangre y muertos para que ahora se sienten a la mesa y es difícil ver la posición
de la guerrilla, pero debemos ser conscientes que para pelear se necesitan dos
y mientras la oposición exista esta guerra seguirá devorando nuestros futuros y
sonrisas de nuestros hijos.
¿Por
qué es imposible ganar la guerra?
La
guerra no se gana por que desde el principio está pérdida tanto para las
guerrillas como para el estado y sobre todo para la población civil, es un conflicto
donde el único beneficiado es la corrupción, el narcotráfico y quienes están en
el negocio de las influencias y las armas. Podemos desgastarnos en 40 años más
de guerra y nuevas formas de combate tal vez más urbanas, pero ello solo seguirá
trayendo desgracia y muerte a nuestro pueblo.
La solución:
el dialogo.
Así
como la guerrilla es tan culpable de tanta muerte y desolación, el abandono del
estado es culpable de la presencia y accionar de este, que en los últimos años pensó
que con mayor presencia militar garantizaba la paz, y se demostró que lo único que
garantizaba era el desgaste económico del estado y de la población civil en una
seguridad sin escuelas, oportunidades laborales, hospitales ni carreteras, un
campo abandonado de las verdaderas oportunidades y a la deriva del tráfico de
estupefacientes o de la pobreza.
Colombia:
proyecto país
En Colombia
vivimos gente que soñamos con un país mejor y ello implica sacrificios, pero
estos deben ser definitivos, es decir los colombianos y colombianas no podemos
seguir poniendo muertos y sangre en un conflicto que tiene altas probabilidades
de solucionarse con diálogos, también exigimos del estado que nos represente y
busque la disolución del conflicto sin que se pase por encima de las víctimas manteniendo
la democracia.
Es
imperioso rodear a las instituciones y acompañarlas, exigirles soluciones al
respecto, es necesario que como colombianos dejemos la máscara de mansos
corderos en el matadero y también seamos conscientes de nuestro protagonismo en
estos procesos y en las fuentes de la guerra, porque con callar solo logramos
que se mantenga, con ser corruptos y sin ética en nuestro diario vivir
seguiremos alimentando estas formas violentas de vivir en la violencia, con
guardarnos nuestros pensamientos y necesidades dejamos que los demás escriban
nuestra historia.