viernes, 7 de septiembre de 2012

Nadie dijo que fuera fácil


Las mentiras

Empezaron los acercamientos y hay que recibirlos con beneplácito porque son el comienzo de un cambio: de escucharnos, de mirar con franqueza la realidad de un conflicto, que nos lleva matando por décadas, sin embargo es bueno que tanto gobierno como guerrilla se sienten con sinceridad, sobre todo para el caso de la participación del narcotráfico y ese terrible sistema financista del secuestro, creo que a las FARC no le queda bien el papel de mártires, es mejor que asuman con responsabilidad sus actos y sean conscientes que este proceso requiere de mirar con transparencia y verdad para que se construya sobre la confianza.

¿Quién nos representa?

De parte del gobierno se escogieron los voceros, pero acá me asalta una gran duda y es que el conflicto no es solo con el gobierno y por más que este nos represente es vital que todos los implicados (el pueblo) estén presentes. Es decir representantes de los secuestrados, de las negritudes, de los indígenas asediados, de los sindicatos, de todos los colombianos, porque somos nosotros los que ponemos los muertos, somos los colombianos de a pie quienes debemos sentarnos a iniciar con transparencia unas negociaciones, para que sobretodo se deje claro en primera gran medida las responsabilidades de los grupos armados en matanzas, secuestros y atentados, después su perdón y verdadero interés por hacer cambios en nuestro sistema político, económico y social que impida que este tipo de guerras renazcan.

Las verdaderas amenazas

Es triste pero debemos ser sinceros, el proceso debe tener lo anterior, pero sobretodo no debe ser un circo o show mediático para una reelección o para limpiar la ensangrentada imagen de una guerrilla desfigurada, aquí debe imperar la confianza y los diálogos, de cara al país. Lamento que no haya un cese al fuego, pero por experiencias pasadas aprendimos que dichos avances lamentablemente terminan en desmanes, ahora el tiempo corre y de seguro tomara un tiempo extenso, esperemos que con un puerto seguro a la paz.

En síntesis la verdadera amenaza es que no se cree en la guerrilla y por los últimos avances noticiosos pareciera que hubiera de nuevo intereses ocultos, esperemos que dichos temores solo sean eso porque en ultimas si el dialogo termina sin resultados todos perdemos, porque ya somos conscientes que por el medio bélico la guerra no será una salida y mas con la indiferencia y la desigualdad social que impera en nuestra nación.