Las mentiras
Empezaron
los acercamientos y hay que recibirlos con beneplácito porque son el comienzo
de un cambio: de escucharnos, de mirar con franqueza la realidad de un
conflicto, que nos lleva matando por décadas, sin embargo es bueno que tanto
gobierno como guerrilla se sienten con sinceridad, sobre todo para el caso de
la participación del narcotráfico y ese terrible sistema financista del
secuestro, creo que a las FARC no le queda bien el papel de mártires, es mejor
que asuman con responsabilidad sus actos y sean conscientes que este proceso
requiere de mirar con transparencia y verdad para que se construya sobre la
confianza.
¿Quién
nos representa?
De
parte del gobierno se escogieron los voceros, pero acá me asalta una gran duda
y es que el conflicto no es solo con el gobierno y por más que este nos
represente es vital que todos los implicados (el pueblo) estén presentes. Es
decir representantes de los secuestrados, de las negritudes, de los indígenas asediados,
de los sindicatos, de todos los colombianos, porque somos nosotros los que
ponemos los muertos, somos los colombianos de a pie quienes debemos sentarnos a
iniciar con transparencia unas negociaciones, para que sobretodo se deje claro
en primera gran medida las responsabilidades de los grupos armados en matanzas,
secuestros y atentados, después su perdón y verdadero interés por hacer cambios
en nuestro sistema político, económico y social que impida que este tipo de
guerras renazcan.
Las
verdaderas amenazas
Es
triste pero debemos ser sinceros, el proceso debe tener lo anterior, pero
sobretodo no debe ser un circo o show mediático para una reelección o para
limpiar la ensangrentada imagen de una guerrilla desfigurada, aquí debe imperar
la confianza y los diálogos, de cara al país. Lamento que no haya un cese al
fuego, pero por experiencias pasadas aprendimos que dichos avances
lamentablemente terminan en desmanes, ahora el tiempo corre y de seguro tomara
un tiempo extenso, esperemos que con un puerto seguro a la paz.
En síntesis
la verdadera amenaza es que no se cree en la guerrilla y por los últimos avances
noticiosos pareciera que hubiera de nuevo intereses ocultos, esperemos que
dichos temores solo sean eso porque en ultimas si el dialogo termina sin
resultados todos perdemos, porque ya somos conscientes que por el medio bélico
la guerra no será una salida y mas con la indiferencia y la desigualdad social
que impera en nuestra nación.