miércoles, 11 de diciembre de 2013

La trampa del fútbol

Este año se ha caracterizado por demostrarnos que el fútbol a parte de ser un emocionante deporte, sirve para vender y matar, es la excusa perfecta para vendernos idas al mundial y con el invadirnos de marcas y sueños de ser campeones al mejor estilo de los noventas. Por aquella época aun recuerdo cuando vi la patética aparición de una selección tricolor que todos pensábamos seria campeona, pero ¿de donde sacamos esa idea? no hay otra fuente mas que la de los medios que hincharon el pecho al decir que seriamos campeones, pero en cambio nos fuimos por la puerta de atrás e incluso en esa ocasión para rematar uno de los jugadores fue asesinado en las calles de Medellín por la intolerancia.



Hoy al ver comerciales, camisetas, especiales de televisión no hago mas que indignarme, por que aunque no se puede negar que es un hecho de admirar volver a un mundial, debemos ser conscientes mas que nunca de nuestras debilidades y fortalezas, y antes de llenarnos de fantochadas y programas de medio pelo sobre como llegamos al mundial, deberíamos ver que se oculta detrás de tanto marketing, no es otra que la excusa de vender, lo triste es que si nuestros futbolistas no cumplen con las altas expectativas de los fantoches de los medios, deben volver temerosos por que un pueblo sin memoria e ignorante de seguro los recibirá de una forma no muy grata.

Por Dios seamos conscientes que el fútbol es un juego y que independiente de los resultados ya es hora de madurar como nación y también hacer un llamado a los medios que se ufanan de victorias y cabalas sin sentido, es mejor ver el mundial como una oportunidad de ser grandes pero sin creernos campeones antes del pitazo inicial.

Otra excusa que se ha tomado al fútbol es la muerte y la delincuencia, ya que se han incrementado los asesinatos por una camiseta, escondiendo la ignorancia y desocupe de muchos jóvenes que faltos de ideales acojan un símbolo con salvajismo ignorante, ademas este cóctel siniestro se mezcla con drogas y trafico de toda índole, ojala la miopía estatal termine y ponga el ojo a esta problemática que encierra otras de índole social, económica y cultural, también que los clubes que reciben sus millones con cada campeonato, sea consciente de su responsabilidad dentro de este circo siniestro.

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