viernes, 20 de mayo de 2011

HABÍA UN PAÍS DONDE EL AGUA...


Invadió sus ciudades, carreteras y campos, dejando desolación y tristeza.

Así empezaría el cuento de terror de un país llamado Colombia, donde la politiquería, la miopía gubernamental y la falta de interés y planeación inundaron con sus corrupción cada nivel y espacio de la nación.

Tres males la acongojan:

MIOPÍA REINANTE
Es de dominio publico que Colombia depende de sus carreteras, dejo en el olvido las lineas férreas y omitió lo que por siglos fue su único medio de comunicación: los ríos, no sin dejar de lado que posee dos océanos de los cuales desconoce sus potencialidades y le ha dado la espalda encimismandose en sus cordilleras.

Hoy esa miopía gubernamental nos esta pasando factura, no es evitable enfrentar una época invernal pero si estar preparados en la medida de nuestras capacidades y sobre todo fortalecer nuestros sistemas de control para evitar que se presenten.

Pero se nos olvido, dejamos que esas angostas y viejas carreteras fueran todo y dejamos que las tracto mulas y transporte vial fueran el único recurso de movilidad tanto de mercancía como de pasajeros, acompañado de una costosa y limitada infraestructura aeroportuaria.

Sobre todo dejar el tren de lado fue nuestro mayor pecado, y mas hoy en día cuando ese medio nos hubiera ayudado a super crisis como la actual.


CORRUPCIÓN REINANTE

El olvido no es producto mas que de intereses ocultos que no permiten corregir el camino, grupos económicos que se atornillaron al poder y con sus lacayos no permiten que la única vía sea las deterioradas carreteras, ademas si se construyen nuevas estas son hecha por los mismos corruptos desangrando aun mas la nación.

FALTA DE TIERRA Y DE PLANEACIÓN

sumado a lo anterior un tercer mal emerge, la construcción indiscriminada al lado de los rios, la eliminación de los humedales y la contaminación de nuestros ríos, ahora la podrida agua que creamos con nuestras basuras entra a nuestras casas, esas que alguien autorizo construir sin mirar mas allá, problema que no solo aqueja a pobres sino también a todos por igual.

La tierra por tanto esta mal distribuida y nuestras ciudades mal planeadas, se esparcieron cuan maleza sin permitirse preguntar por la responsabilidad de construir en lugares no apropiados, se
difumino como una onda e incluso se construyen vivienda y después carreteras y servicios, una mole de ladrillo y varilla que con tiempo invernales como el actual es absorbido por las aguas,
tragando de paso la esperanza, vida y salud de nuestro pueblo.

UNA LUZ

Basado en lo anterior nos queda:
  • Ser conscientes que debemos tener mas medios de transportes no solo aviones, buses y camiones,
  • Retornar al tren y modernizarlo, resucitando de paso las vias de los rieles ocultas tras la yerba.
  • Planear vivienda dignas y respetuosas con el medio ambiente, ciudades pensadas para crecer en orden y orden para progresar.
  • Mayor control y conciencia de nuestros ríos, para hacerlo un apoyo y salvarlos de la decadencia.
  • Y mucha creatividad y ganas de progresar que siempre nos a caracterizado.

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